Por razones literarias, he tenido que documentarme sobre el origen del concepto "número imaginario" y ha ocurrido algo curioso: he preguntado a varios profesores qué entendían por "número imaginario" y la mayoría me ha dicho que lo ven como sinónimo de "número complejo". Yo también lo tenía como sinónimo, se ve que me quedé en la definición original de Descartes (por cierto, agradecería mucho que si alguien sabe dónde está la fuente, me la pase). Sin embargo, la versión oficial indica que un número imaginario es lo que yo entiendo como "número imaginario puro", es decir, un número que al cuadrado es negativo. Entonces, ¿para qué poner el adjetivo puro? ¿Alguien más por aquí que entienda que un número imaginario es a+bi sean lo que sean a y b y que me dé apoyo moral? :)
|2015-06-08 | 16:13 | algo de mates | Este post | | Tweet
Gracias chicas. Ya, si esa es la versión oficial. Tendré que quedarme con Descartes, literariamente me gusta mucho más que sean números imaginarios y necesito que tengan una parte real :P
Pero ¿por qué entonces llamarles "puros"? ¿Para qué esa sangre pura? :)
Por cierto, vosotras no contáis como profesoras :P Me refiero a profes de instituto. Igual lo creíamos así (a los que he preguntado y yo) porque venga tal cual en algún libro de texto, a saber.
Yo creo que el matiz es que todos los números complejos que no son reales son imaginarios, mientras que los imaginarios puros son los que no tienen parte real.
Está claro que hay dos notaciones diferentes, una es la formal que dice Lola, que es llamar imaginario a a+bi con a=0, y otra llamar a estos números imaginarios puros, lo cual implica que imaginario "no puro" debe ser a+bi con a cualquiera y b distinto de cero.
A mí me gusta más la segunda, primero porque la veo más lógica (lo que no es real tiene que ser imaginario, y de hecho ésta era la idea original del término, algo despectiva), y segundo porque la primera deja sin nombre a todos los números a+bi con a y b distinto de cero. Y eso da penita.
Pues eso es lo que yo digo. Yo quiero que mis números imaginarios tengan su parte real (que si tiene que ser cero, que lo sea, total...) y su parte imaginaria (esa nunca puede ser cero, que hablamos de literatura). Eso quiero y eso pondré. Aunque saque de la tumba a Descartes.