chuletas de búfalo
A menudo la gente me pregunta por qué una doctora en Química acaba trabajando en la cocina de una cárcel de Oklahoma. Yo, claro, siempre cuento dos o tres tonterías sobre la situación laboral y mi pasión culinaria, que no es mentira del todo; pero, para ser sinceros, yo estoy aquí por vocación. No, no es de esas vocaciones que se fraguan desde niños, porque mi vocación cuando era niña era ser química y trabajar mezclando cosas en un laboratorio, pero ¿qué es si no una cocina industrial?
La gente que pregunta cosas así no puede entender que todo cobra sentido cuando lees “chuletas de búfalo con salsa barbacoa y alubias con tres huevos fritos”. Yo era la encargada de dar a los condenados a muerte su último deseo gastronómico. Nunca se me resistió ningún plato: ya me podían pedir huevo de avestruz al horno, que yo lo encontraba y les daba para comer su huevo enorme y su felicidad ínfima un rato antes de la inyección. En una ocasión, un reo me pidió como último deseo gastronómico un guisante, a secas. Me pareció hasta romántico. Pero nada comparado con las chuletas de búfalo con salsa barbacoa y alubias con tres huevos fritos, claro. Después de la emoción al leer el pedido, noté un pinchazo en el corazón y estuve con el estómago encogido durante todo el tiempo que tardé en preparar el plato. Había cocinado ese plato tantas veces que podía hacerlo con los ojos cerrados. De hecho, los cerré un momento mientras salpimentaba las chuletas y pensé en él. Le preparé a mi padre chuletas de búfalo con salsa barbacoa y alubias con tres huevos fritos todos los sábados desde que tenía ocho años hasta que me escapé de casa con un brazo roto y mi madre en coma. Y ahí estaba él nueve años después, a unos pocos metros de la cocina y esperando sus chuletas y su inyección para escapar tranquilo y dormido de esta vida. El doctorado en Química hizo su aparición estelar: la estricnina que había robado en las prácticas de la carrera la mezclé con la salsa y las alubias. Alguien pensó que la autopsia era una forma estúpida de malgastar el dinero cuando lo encontraron dos horas después con los músculos destrozados. |2013-04-19 | 07:26 | escritura | Este post | | Tweet
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