Este post no es más que una especie de prólogo a una serie de posts que vendrán después de éste sobre la enseñanza de las matemáticas a nivel de instituto (ESO y Bachillerato) desde un punto de vista obviamente personal pero que espero que se vaya enriqueciendo con los comentarios que se aporten.
Los profesores tenemos que reciclarnos cada cierto tiempo, hacer cursos, seminarios, aprender cosas nuevas... Pero la mayoría de cursos que se ofrecen al final sirven de poco en nuestro día a día, así de claro. Al tener varias personas en la familia metidas en la docencia, siempre me he preguntado por qué ellos no enseñaban a los que empezábamos. Si alguien lleva treinta años siendo profesor de mates, nadie mejor que esa persona para dar indicaciones, avisar de errores y dar consejos a los novatos. Sin embargo, en lugar de eso, tenemos que hacer cursos de "Guión y montaje en cine" o "My Oxford English". Sería mucho más eficiente conceder a alguien que realmente es bueno en la docencia una excedencia durante un año y que enseñe a los que empiezan algunos de los pormenores de este oficio (porque esto, en el fondo, es un oficio).
Yo no estoy entre ese grupo de profesores experimentados y sabios, pero tras seis años en la docencia (ni mucho, ni poco) y habiendo pasado ya por todos los niveles, creo que tengo una visión más o menos general de la enseñanza de las matemáticas tal y como la tenemos concebida en este país (y que es copia de la de muchos otros, todo sea dicho).
Cuando empecé a dar clase, había pasado un mes antes una oposición muy dura, pero no sabía ni lo que se daba en cada nivel. El primer año me tocó dar 4º de ESO (era tutora de ese grupo), 1º de ESO y Diversificación (que no sabía ni lo que era realmente). He vuelto a dar cada uno de esos niveles dos veces más y cada año me arrepiento de la forma en la que di algo el año anterior. Seguramente dentro de unos años leeré lo que escriba estos días y también me pase lo mismo, pero creo que no es algo negativo. Si estos posts les sirven a alguien que esté pensando en ser profesor de matemáticas o que ya lo sea, estupendo, pero si alguien quiere aportar cosas nuevas o rebatir otras, mejor aún.
Iré escribiéndolos por etapas, tratando de apuntar tanto contenidos importantes de esa etapa como momentos clave que me he encontrado y se han ido repitiendo cada año que he dado ese curso. 1º de ESO en un par de días. En fin, espero que os guste.
Tu reflexión es tan humilde como sensata. Estoy seguro de que eres una magnífica profesora...Pero los pedagogos, que son quienes organizan los cursos, acabarán enseñándote a matar dragones.
Siempre he huido de los consejos de los pedagogos profesionales. No hay mejor pedagogo que el profesor que todos los alumnos quieren tener el curso siguiente, a ése es al que pido consejos.
En estos menesteres de la enseñanza he descubierto con el paso de los años que el que verdaderamente sabe no suele hablar, y el que habla, o bien no sabe, o no suele decir la verdad.
Anónimo, no estoy de acuerdo. He conocido a profesores muy silenciosos y poco eficientes en su trabajo, desmotivados y con desidia. A la vez, también están aquellos a los que preguntas cómo creen que es mejor dar un cocepto y te dicen diecisiete formas, la que más les gusta y por qué, muchas veces sobre cosas que no tienen que ver con mates. Y de esos yo aprendo cada día, creo que es una parte esencial y maravillosa de este trabajo.
Me pasa lo mismo, cada vez que doy un curso (y no es mi actividad principal) siempre me veo fallos.
Y eso mismo pasa desde "el otro lado de la colina", ese es el motivo por el que recuerdas a tus profesores, a unos agradablemente, a otros desagradablemente y por último unos pocos que no recuerdas.
Evidentemente, hay contraejemplos de lo que afirmé; de hecho he conocido a dos o tres grandes profesores de los que he aprendido muchas cosas valiosas, a quienes respeto y admiro.
Lo preocupante son los que hacen aquello que he mencionado anteriormente. Que no son pocos.
Anónimo, si tengo que entender su comentario como una crítica a los posts (completamente subjetivos y con opiniones rebatibles) que escribiré sin ni siquiera haberlos escrito, siento decirle que sigo con la idea de escribirlos. Si considera que "no sé o no digo la verdad", basta con que no los lea. O con que no vuelva a entrar al blog, vaya, que nadie le obliga.
aca en México hay una llamada Reforma Educativa de la Educación Media Superior la cual trata de instaurar la educación basada en Competencias ¿no hay allá nada parecido?
Sí, aquí de hecho ya trabajamos por competencias. A mí me parece bien sólo en teoría, en la práctica sigue todo igual pero hay que justificar en las programaciones cada cosa que se hace en función de que se cumplan las competencias. Realmente, creo que se está tomando como medio y fin para mejorar la educación, cuando considero que es sólo una consecuencia de una buena labor docente.