A raíz de Educación para la Ciudadanía en Madrid...
Lo curioso es que en las universidades alemanas la gente va con su comida y bebida a clase, o incluso con el periódico. Las clases no paran para comer y no hay otro modo, pero no se considera una falta de respeto, los alumnos prestan atención mientras comen en silencio. Cada uno entra y sale cuando quiere y los alumnos "aplauden" después de cada clase dando golpecitos en la mesa. Qué cosas...
Por cierto... entre los profes... ¿Qué es lo más raro que os habéis encontrado en una clase?
Por cierto, leo en un blog qué tipos de cosas se pueden hacer para protestar contra "Educación para la ciudadanía". Me parto...
Otro ejercicio práctico de boicot de alumnos propuesto bastante exitoso es el juego de la paella. Se reparten entre los alumnos los ingredientes de la paella, unos son gambas, otros guisantes, otros pimientos, etc y se asocia cada ingrediente a una palabra que pueda decir el profesor, por ejemplo ciudadano, o derechos. Debe haber una palabra asociada a cada ingrediente. Cuando el profesor/a pronuncia esa palabra concreta, los alumnos cuyo ingrediente coincide con esa palabra, tiran el boli al suelo y lo recogen. Cuando el profesor pronuncia la palabra Educacion para la ciudadanía estamos ante una paella completa, todos los alumnos tiran a al vez el boli al suelo y lo recogen. Es muy divertido, también para el profesor que lleva esta asignatura de Educación para la Ciudadanía con buen humos. En cualquier caso, una vez hechas dos paellas, no coniviene abusar y habrá que dejarlo para otro día porque de otra forma el profesor puede enfadarse con razón.
Eso lo que es es un asco. No sé quién es el nazi que se ha inventado eso, pero de ahí a quemar un libro hay un paso. Lo juro.
Respecto a lo otro, yo tuve una profesora de química en la facultad que era disléxica o algo así, y cuando decía que la gráfica "crecía y crecía", pintaba una línea hacia abajo. Nos volvía majaras.
Una profesora pregunta en un exámen de Literatura si hay alguien a quien le molesta que se fume en el aula, una compañera levanta la mano y esta profesora le dice:
- Ah, perfecto, pues se sale usted cuando fumemos.
Eso es lo más raro porque, teniendo en cuenta que los fumadores no es que enciendan el cigarro todos a la vez...
Vamos, que la pobre chica hizo el examen sentada en los bancos del pasillo, con lo incómodos que son.
Una profesora pregunta en un exámen de Literatura si hay alguien a quien le molesta que se fume en el aula, una compañera levanta la mano y esta profesora le dice:
- Ah, perfecto, pues se sale usted cuando fumemos.
Eso es lo más raro porque, teniendo en cuenta que los fumadores no es que enciendan el cigarro todos a la vez...
Vamos, que la pobre chica hizo el examen sentada en los bancos del pasillo, con lo incómodos que son.
A mi también me paso una de profesor fumando, pero a nadie le importaba y bueno fue sólo un día porque se trataba algo de una huelga o algo así (que no digo que lo justifique, de hecho que bien se está en los bares sin humo)
Lo de los aplausos no es sólo de los Alemanes. En la carrera , el último día de clase, un profesor se llevo un buen aplauso espontaneo por su calidad e impresionante labor.....Sanchez-Escalonilla, Un crack.
Luego recuerdo algunas de niño como a Don Manuel diciendo "aquí o nos masturbamos todos o no se masturba ni Dios" o subiendose por encima de las mesas explicando algo. En el instituto, Enrique, profesor de economía, jugando con pelotitas de papel al futbol (la papelera tumbada de portería) mientras explicaba algo de materia convencional.
En el MIT, en el departamento de Lingüística, no es solo que se lleven a clase el café (incluidos los profesores) y se lo beban durante la clase, sino que organizan un evento semanal donde alguien hace una presentación de su trabajo en curso (work in progress). En dicho evento, llamado LingLunch (ilustrativo, el nombre), hay una mesa con algunas clases de bagels, queso de untar y muchkins para almorzar mientras escuchas al que habla. En otras conferencias, puedes comer pizza o tomar café con bollitos, según la hora.
Ah, lo más raro que he visto es que una chica solía hacer punto mientras alguien hablaba de ergatividad.
Presupóngase, claro, que nada de lo descrito anteriormente se ve como una falta de educación.