-Solía venir todos los martes y sé que me mintió cuando me dijo que tenía mejores cosas que hacer que jugar al mus, primero porque la frase ya es absurda de por sí, y segundo porque lo conozco desde hace catorce años y sé que no hay nada más grande para él que un solomillo. Encima me dejó tirado en la semifinal. Mierda pa ti. Yo ya sabía lo de la tal Ana, me lo contó hace un par de semanas y, claro, me dijo que el marido no sabía nada. Le insistí en que no era buena idea, coño, que se centrara la zapatería y dejara a buen recaudo la picha en los calvin klein. El rey de los cerdos había llevado a la práctica su máxima, "en cuestiones de amor, mejor siempre de farol". Jugador de chica...
-Necesitamos determinar la hora exacta. ¿Cuándo llegó usted a su casa?
tengo la solución... tú y palo escribís el guión, tici pone la banda sonora... y nos forramos seguro!!! (yo me forro también porque he sido la ideadora de la idea)
Lordwings, al trío (sin saberse de antemano) que hay en el relato (por no decir dos cerdos y una cerda). Lo del pito queda claro. Bueno, y por la analogía del mus, claro.
Los tres cerdos:
La casada que cede a pito ajeno.
El cornudo vengativo.
El cínico amigo mus-ludópata y relativista.
Y el pito:
El del farolero rey de los cerdos, al que le ha llegado su San Martín.