la pompa
Aquel anuncio de la tele había sido la clave. Llevaba un año entero trabajando en la pompa, se había convertido en una obsesión, la única forma de sobrevivir por un tiempo, el modo de superar su desconfianza hacia el resto del mundo. Lo tenía todo preparado: el material para la cubierta, semitransparente e irrompible, muy elástico y cómodo, los tubos de entrada de aire y salida de dióxido de carbono en la justa medida, el cierre hermético de un agujero por el que poder sacar la mano ya sea para meter o para sacar cosas, comida suficiente sobre la mesa, la bombona de aire comprimido para hinchar la pompa que iba a dar forma física a su espacio vital... todo. Se metió dentro, nervioso, y abrió la llave de la bombona. Perfecto.
En la primera fase pasaba perfectamente por las puertas gracias a las asas interiores que achataban la pompa. Sólo debía tener cuidado al andarm ya que tenía que hacerlo un poco de lado, casi cómicamente, para evitar así que los tubos de respiración se taponaran al pisarlos. Al principio dormía un poco incómodo por la curvatura de la pompa pero decidió introducir un poco más de aire para hacer su estancia en sí mismo más llevadera. Sólo tenía como desventaja que apenas podía pasar a la cocina, con lo que empujó la mesa con comida al salón y allí pasó los días. La superficie de la pompa, por otra parte, empezaba a volverse blanquecina y el interior, debido a la respiración, adquirió en las paredes una mullida capa de suciedad. La solución a todos sus problemas estaba clara: había que hinchar mucho más la pompa, haciendo coincidir el agujero para la mano con la mesa de la comida, que nunca faltaba. La pompa empezó a crecer, llegando a las paredes del salón y pegándose a ellas, mimetizándose con las formas de las estanterías, la tele o el gotelé. Todo era perfecto, nadie podría entrar pero todo estaba a su alcance, a su manera, dentro de la pompa. La capa interior empezaba a parecer una pared almohadillada. Al poco rato se abrió una puerta en la pompa y un señor con bata blanca dijo: -Te traigo la comida, la dejo aquí. Ah, y hoy tienes visita. |2006-11-25 | 12:02 | bajo llave | Este post | | Tweet
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