Hace cosa de dos años me quité los tapones de los oídos. Al principio lo rigen todo esos segundos de silencio inoportuno; manda el no conseguir oír nada porque, de forma instintiva y por miedo a lo desconocido, me llevé las palmas a ambos lados de la cabeza como si me la tuviera que sujetar para que no se cayera. Poco después comprobé que se quedaba ahí, por mucho estado giratorio de tornillo que hubiera sentido. Fue en ese momento cuando empecé a oír. Podría decir que emepecé a escuchar pero es que ni oír sabía hasta entonces. El tímpano empezó a vibrar, los huesecillos a chocar y el nervio auditivo a trabajar.
Tendrían que pasar un par de minutos hasta que empezara a movier un dedo, el pulgar la mano izquierda. Rápidamente vi cómo giraba la muñeca y levantaba el brazo, me desdoblaba, estiraba e incluso pataleaba. No tardé más que veintitrés segundos en ponerme silbar. Dos pares sin solución abrieron la caja de los truenos.
E, irónicamente, en todo esto lo mejor es la falta de exclusividad. No, no me siento única. Más de uno salió de un letargo a raíz de quitarse los tapones. Más de uno cierra con las manos el hueco de un flechazo al ritmo de una bossa. Más de uno vive entre coartadas en un gerundio aparte. Seguro que muchos de estos más de unos nos veremos el viernes.
Sí. Este viernes 20 en el Búho Real presentará Tiza su nueva maqueta, Cama-León. Una delicia en todos los sentidos.
Qué gran noticia! desde Bolivia mando abrazos Lola. Dentro de un mes ya espero estar de vuelta por Madrid y ponerme al tanto del este nuevo trabajo de Tiza.. de momento, la tengo de cabezera sonando en el ordenador.. de nuevo, más abrazos!
Matizo, ru, imitando a nuestros colegas del post anterior. Antes existía la nada, después Tiza creó la música (o la música a ella, aún no se sabe muy bien porque Dios no se quedó para explicárnoslo, se marchó acomplejado).
Ahora en serio, además de con lo obvio (el talento de esta chica, su voz, sus canciones), me quedo con la cantidad de gente que he podido conocer gracias a ella. ¿Quién nos lo iba a decir, lola? hace un año ni siquiera te conocía...qué fuerte... (puag!)
Palo,matiza,matiza...el caso es,cómo dice Palo,yo también he conocido a mucha gente a través de ella,visité Barcelona por primera vez en mi vida con eso de que ella cantaba allí.Tengo mi guitarra firmada por ella,y mi habitación con sus fotos,cual quinceañera con Bisbal.
...en efecto, responsable.
Pero esperemos que la culpa sea de Tiza, o sea, que me guste. Yo prometo decir lo que me parezca de verdad, así que se verá en unos días, al parecer puede que tenga la maqueta en una semana o así (un plus inesperado de comprar la maqueta es recibir un mail personal e intrasferible de la propia Tiza en persona, algo que no esperaba pero que de entrada da muy buen rollo).
yo prometí no dejar de escucharla......... y el viernes, osea mañana que estoy empaná, estaré allí también... un añito menos dos días después...
nos vemos mañanaaaaaaaaaaa
Recomiendo la maqueta, además he descubierto que la "Tizaterapia" es eficiente, lo cura todo...¿sales del trabajo con estrés? no problem, pones su música y todo es mucho más fácil y sencillo...
llego tardisimo a este post......pero la culpa es de mi feed reader que no me ha avisado.....en fin, ya pasado el concierto sólo quedan cosas que no se peuden expresar de ningun modo (al menos yo no puedo) un gracias enorme a todos
Veo que pasado el concierto hay pocos comentarios sobre el mismo. ¿Es que fue mal, o es que anda todo el público aún en un nirvana y nivel de conciencia elevado incompatible con el uso del teclado?
Caramba, gracias. Es durillo de leer, hay que estar motivada y... yo de momento no lo estoy. A lo mejor cuando reciba la maqueta y la oiga se produce el milagro...
Perdón por ponerme tan visto.
Acabo de recibir la maqueta de Tiza.
La presentación tiene gracia, el disco tiene un aspecto muy cuidado pero sobre todo venía firmado... con mucho encanto. Sin oírlo, ya la cosa empieza bien de entrada.
Hace cosa de dos años me quité los tapones de los oídos. Al principio lo rigen todo esos segundos de silencio inoportuno; manda el no conseguir oír nada porque, de forma instintiva y por miedo a lo desconocido, me llevé las palmas a ambos lados de la cabeza como si me la tuviera que sujetar para que no se cayera. Poco después comprobé que se quedaba ahí, por mucho estado giratorio de tornillo que hubiera sentido. Fue en ese momento cuando empecé a oír. Podría decir que emepecé a escuchar pero es que ni oír sabía hasta entonces. El tímpano empezó a vibrar, los huesecillos a chocar y el nervio auditivo a trabajar.
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