Disculpándome de mis errores, mis faltas y mis días, incluso cuando no son tales, parece que no llego a ningún sitio, y sin embargo lo hago. Escribo poco, estudio a ratos, tirito en diferido y pierdo la conexión de casa. Le dedico a los demás menos tiempo del que debiera, con el riesgo que eso conlleva. Aprendo a no estudiar los movimientos de la gente, por temos a que no me guste lo que aprenda. Y sigo tirintando, porque en el jardín monástico no se ve el sol, el portátil se tambalea en mis piernas, dejo de sentir los dedos y todo me queda mucho más lejos de lo que me gustaría. Todo. Pero hay cosas que no tienen más remedio que la distancia y la intermitencia.
Eso sí, cuando sea una feliz funcionaria, con mi sueldo, mis meses de vacaciones y mis ganas de viajar... ¿alguien me hace compañía? Alguien... anda... si yo no soy exigente...
Los hombres somos seres primitivos y sencillos, pero tenemos algo que a veces nos ayuda a superar las adversidades: la testosterona.
Y es que cuando uno está rodeado de problemas, no queda más remedio que luchar y abrirse paso hasta encontrar un poco de aire fresco.
No me refiero, evidentemente, a un último recurso, ni a una acción concreta (altamente criticable), sino más bien a un repositorio oculto de energía animal.
Ánimo, mujer y no te apures, que esto de preparar oposiciones es durillo...
Podríamos plantearnos lo de viajar juntas si algún día yo también consigo hacerme funcionaria... Porque no veo otra forma de salir del umbral de pobreza y del círculo de desesperación...
si se trata de viajar, yo te acompaño, jejeje...
¡¡qué frío que hace, esta todo escarchado!! (ahora me apetecería un chocolate caliente, ¿alguien se apunta ;)?)
Al...me encanta :D
Estefanía, venga, ánimo, que un día nos vamos a ver algo de Wagner por algún punto de alemania.
Anónimos, pues si, pero no hay sol y no tengo chocolate.
Anónima, cierto, por eso la solicito por aqui.
Noe, quiero chocolateeeeee
Laura, cronopio... vuestra compañía ya me sirve, aunque sea en mitad de un parque.
Sutilezas a un lado, soy especialmente negado para el esgrima. No sé defenderme, me descuido cada dos por tres, y tengo muchos puntos realmente vulnerables, unas cuantas debilidades, y lo hago todo a destiempo.
Mi ataque puede resultar más espectacular que efectivo, alocado, desordenado, tentando a la suerte de un contragolpe letal, que siempre ocurre, cuando todo el mundo lo espera menos yo, y me dan, aquí cerquita del corazón, donde más rabia da.
Y aquí me tienes, maestra de la tangente, aquí me tienes, desarmado, desalmado, desnudo y frágil, inseguro y desorientado, escribiendo una gran interrogante con el vaho que sale de mi boca.
Lola, ya sabes que en internet puedes contar conmigo. Fuera la vida es muy complicada. Pero qué bonito sería que a una le escribieran cosas como esta ¿verdad?
Pues estoy segura de que más pronto que tarde, si no está sucediendo ya, habrá gente que firmaría eso pensando en tí con los ojos cerrados. No puede haber nadie que te conozca un poco y que no esté dispuesto/a a hacerte compañía :)
¡Abrazo blogueros!
PD: si es que no debería escribir comentarios a toda pastilla y en plan telegráfico, que no es lo mío.
Desde luego... lo que hay que ver. Ésta acaba como Jack Nicholson por conectarse a internet. Oye, yo no soy tu amigo, ni nada que se le parezca, pero ¿de cuanto presupuesto dispones para solucionar el tema de la conexión? ¿El convento donde te conectas esta cerca de tu casa?
Mándame un e-mail y me lo cuentas. Dame todos los daros incluido la calle donde vives, el modelo de portátil, el modelo de teléfono móvil que tienes, que pasa con la línea de teléfono fija, y un croquis. Y si puedo, te ayudo. Que llego tarde.
Anónima, jeje, siempre nos quedará internet.
Waits, no, es que gorroneo el wifi de algun vecino del jardín... ahí, sin techo, to triste... (no me llega a casa...), pero gracias!
No, si ya sé que estas gorroneando la wifi, la idea es que lo sigas haciendo con calefacción y en tu casa. Más que nada por qué en Madrid se suele bajar de 0º a partir de estas fechas. Y es gratis, solo por saber que posibles tienes para solucionarlo. De nada, me paso la vida haciendo buenas obras. No seas tímida.