Estos días me voy a la cama mucho antes de lo normal. Repaso el día, los gestos, palabras, cada uno de los silencios forzados que he tenido que plantarle tanto a la cajera del supermercado como a algún amigo. Pienso en que, desgraciadamente, mi nuevo compañero de piso es prácticamente lo opuesto a Meritxell, mi última compañera de piso, y trato de entender los motivos por los que, por ejemplo, no vea que está tirando todo el aceite al suelo, que ha dejado los platos a medio fregar o que reciclar los envases no es algo demoníaco. Echo de menos a la gente que dejé en Barcelona, repaso por la noche los regalos que me hicieron, las letras que escribieron, las fotos que me reglaron, todos los ratos perdidos en la cafetería hablando de cualquier cosa. He comprado un colchón para que vengan a verme prontito (jiji, Cluje se viene, Cluje se viene...). También me he acordado de la gente que dejé dispersa por Granada, ya quedan pocos por allí, pero, por suerte, Madrid está más o menos cerca de todo.
Va pasando el tiempo y todo se queda atrás. Hoy empiezo a estudiar en serio, muy en serio. Pero bueno, también sé que siempre habrá algún alma caritativa que me saque del universo opositor y me lleve a tomar algún kebap para descubrir Madrid mientras hablamos, de nuevo, de cualquier cosa, de todo y de nada, sin tener que quedarnos en silencio por no saber qué decir.
Bueno, debería mirar p'alante, pero hoy, no sé por qué, estoy restrospectiva. La pantalla de este ordenador (estoy en un ciber) tiembla sin descanso, casi no leo lo que escribo... Bueno, espero que sea la pantalla... Y se me acaba el tiempo, me queda un post de lo más cutre, pero no puedo usar el lápiz usb... habrá que buscar otro cíber y volver a inspeccionar la zona, una zona de inmigrantes sudamericanos que se muestra amable y casi siempre con una sonrisa por la calle. Este domingo no ha hecho más que empezar... Se me acaba el cuarto de siglo...
Qué sensación de vacio, de que la vida se le escapa a uno entre las manos como aire, al leer esto... y de soledad, y de sentir las cosas que se quedan atrás...
Ánimo chiquilla, que dentro de cuatro días estarás en Madrid como en casa, y los recurdos de los tiempos pasados serán para disfrutarlos entre los viejos amigos, vino, cerveza o lo que se tercie durante cualquier visita!!!
Loam, lo bueno de saber que se acaba un cuarto de siglo (XXV años no son nada), es que tienes otro cuarto (de siglo) para estrenar tu solita (o acompañada, quien sabe).
Tiza! ¡no te compares con la MM cantando "happy birthday mr. president"!daba pena...salvo para los caballeros, creo. Vos le pasás el trapo a esa petisa chueca y teñida.
Ánimo, ya verás como en seguida te haces con Madrid (o por lo menos con lo más importante, que yo llevo más de dos años y aún tengo lagunas...)
Y feliz cuarto de siglo, matemática...
A ver, primero, gracias por las felicitaciones, ya tengo 26... Y el vecino este, jajaj... no sé quiénes son mis vecinos... así que... Y bueno, poco más, que estoy en la complu... uf... ya contaré lo que me ha pasado...qué marronazo...
Miedo me da, a mí me quedan 8 meses para los 26, y aún no he terminado la carrera.
Mierda de Análisis complejo, funcional y las ecuaciones diferenciales y en derivadas parciales...
Cuánto daría yo por un poquito más de Álgebra, Topología o si acaso Geometría...